Palabras de loca cordura
domingo, 18 de enero de 2015
Reflexiones al filo aun lejano del cuarto de siglo
Así que acordemos un termino medio, estoy lo suficientemente cerca de la barrera que te convierte en adulto según la ley, y al principio del rango de edad que la sociedad aplica a los jóvenes. No he olvidado las inquietudes infantiles y ya penden sobre mi algunos de los deberes de los adultos.
Con este punto de vista entre dos aguas, quisiera hacer una reflexión.
Queridos niños, adolescentes y jóvenes, ser adulto no significa saber que hacer, porque la mayoría de los adultos están perdido, no son más sabios que vosotros y en algunos casos demuestran actitudes tan infantiles que dan ganas de mandarlos a la guardería. Muchas veces os darán los consejos que ni ellos siguen, guiados por un patrón de actitud frente a vosotros que la sociedad les ha impuesto.
Es muy bonito pensar que todos los adultos creen en esos valores y los defienden siempre, que son como esos personajes de literatura, que llevan sus ideales hasta las ultimas consecuencias. Alguna persona habrá así, no lo niego, pero las que yo he encontrado en su mayoría están más cerca de mi edad que de la de mis padres.
Supongo que pierden la esperanza en el momento de la transición de joven a adulto, dándose cuenta de que el mundo es bastante hipócrita, y deciden, ya sea de manera inconsciente o deliberada, perpetuar esa hipocresía.
Queridos adultos, no vais a volver a recuperar la juventud mediante inyecciones y cremas milagrosas o operaciones varias. Todos vamos a morir, todo cuerpo se marchita, esto es algo que deberíais comprender. Hasta que los científicos no sinteticen una algo milagroso utilizando las medusas inmortales o cualquier otro bicho que les ayude para eso, el envejecimiento del cuerpo es un factor en vuestro día a día que no vais a poder evitar.
A muchos os encantaría volver a la tranquilidad de la infancia, donde vuestras metas eran bastante claras. Pero todo tiene un tiempo y forma, ahora os tocaría ser referentes... Yo no soy quien para decir como vivir a nadie, pero intento ser coherente, si no creo en un valor no lo predico.
Cada uno conoce su vida, su mente y sus miedos, he hablado en términos generales y si alguien se sintiera atacado por estas palabras, debería hacer examen de conciencia.
No muy estimada sociedad, compuesta por el que dirán y la mente colmena de miles de personas, tu no me gustas y yo no te gusto, pero dejemos claro un par de cosas.
No voy a ser la persona que esperas de mi, no voy a renunciar a mis ideales infantiles y aun menos voy a hacer propaganda de los tuyos.
Si, esto es una declaración de intenciones para el resto de mis días, que puede ser dentro de cinco minutos o cincuenta años.
¿Qué igual no la cumplo?
Ya veremos como la vida va moldeando mi espíritu. No soy la misma persona que hace veinticuatro horas, basta un segundo para cambiar. Pero hay cosas que han seguido constantes en mi manera de pensar y espero que se queden mucho más tiempo.
La vida se va formando por nuestras pequeñas decisiones, es como andar un sendero, siendo casi incapaz de cesar en el andar, el camino va cambiando según a donde nos dirijamos, pero volver atrás no es una opción. Y al final el camino se acabara, lo único que habrá importado es lo que nos hayamos llevado, lo que habremos dejado en el camino de otros.
El paisaje va cambiando, nosotros cambiamos con él. La vida va pasando, nosotros pasamos por ella.
lunes, 1 de diciembre de 2014
Casi un año.
Él era buena persona, ellas también lo son, ninguno se merecía la tortura de verse y verlo marchitar. Sin embargo esa felicidad, esa compenetración que sabían tener aun en los momentos de dolor, esa forma de encarar la perdida que vendría, el asumir la impotencia y aun así sonreír... de vez en cuando aun me pregunto de donde sacaban las fuerzas para mantenerse unidas, para no dejarse romper, y supongo que en el fondo sé la respuesta, la sacaban del amor. No del amor ñoño de las películas, del amor de verdad, de ese que te hace enfadarte y al mismo tiempo sonreír, ese que te da la fuerza para mantenerte de una pieza aunque la tormenta que es tu vida te lance piedras y palos, esa fuerza que viene de sentir la mano de alguien que estará para ti de forma incondicional, como tu lo estarás para él.
Pero volviendo a él, él no se merecía la tortura de esperanzas que aparecen y desaparecen, no, pero si se merecía el amor que tuvo hasta el final, se merecía todas aquellas horas dedicadas a decir adiós.
Y aunque ya ha pasado casi un año, me escuece el recordarme a mi misma que ya no te veré de refilón al entrar en vuestra casa, así que no me quiero imaginar como debe de escocerles a ellas.
Casi un año sin que me manden recuerdos de tu parte... casi un año sin ti y aun no comprendo que te hayas ido.
jueves, 13 de noviembre de 2014
Cuando te quedas con el uno.
miércoles, 22 de octubre de 2014
Cuando el golpe es inevitable...
domingo, 29 de abril de 2012
Lo soñado. Introducción
sábado, 21 de abril de 2012
El silencio del conocimiento
Es de noche, todo es oscuridad, frió y tinieblas a mi alrededor y dentro de mi... el silencio lo envuelve todo... pero rompiéndolo se escucha el goteo de algo...
Un sonido que siempre estuvo ahí pero en el que nunca había reparado.
La sombra de mi propia mente, aquella parte de mi que me quiere destruir, no se bien si para reconstruirme o para aniquilarme, me susurra al oído.
-¿Lo escuchas verdad? Lleva sonando mucho tiempo, desde ese primer insulto infantil, aumentó con aquella traición amistosa, se desato con aquella nueva desilusión, ¿Sabes de donde viene?-
-Sorprendeme.- Me reto a mi misma, sabiéndome capaz de hacerlo. Noto en mi oído su risa, mi propia risa...
-Es el sonido del derramar de la esperanza, de las ilusiones y la bondad, que caen creando el pozo de una desesperación y una indignación cada vez mayores corroyendo la frágil carne de tu corazón de soñadora, de nuestro corazón de soñadoras. Es el sonido de un corazón sangrante.
Es el sonido de las lágrimas al suicidarse de impotencia. Es el sonido de la llamada de socorro de tu alma. ¿Por que tardaste tanto en escucharlo?-
-Supongo que por que nunca quise escuchar que tan malherida me ha dejado desde tan pronto la vida. Nunca quise ver mi propia fragilidad, ni mis derrotas, de igual forma nunca me he reconocido mis victorias, ni mis fortalezas, nunca me he alagado, nunca me he reprochado con suficiente dureza. He intentado vivir siempre sin mirarme en un espejo, no pudiendo soportar el reflejo que este me devuelva, viviendo siempre con miedo a sentir el verdadero dolor que guardo en mi interior y que he ido suavizando con capas de olvido. Nunca vi la necesidad de cuestionarme ese auto desconocimiento de mi misma. Por que siempre tuve el miedo a no soportar la verdad sobre mi... nunca fui fuerte para mirar a un espejo y ver mi corazón desgarrado por la dureza que he encontrado en mi camino.- el sonido ahora es mas fuerte.- Nunca antes me había quedado en esta oscuridad, ni en este silencio....-
Me pregunto...
¿Es un viaje de ida o acaso es de vuelta?
¿Es un trayecto largo o corto?
¿Es el fin definitivo o solo una etapa mas?
¿Es un renacer o un desaparecer?
¿Como sera ella? ¿ruda o dulce? ¿dolorosa o anestésica?
¿Me susurrara al oído que llego o sera de improvisto, sin avisar?
Supongo que cuando lo sepa ya no lo podre contar...